sábado, 15 de septiembre de 2012

Waldeck (I Modi) Primera parte

Waldeck, 1850
El libro "I Modi" de Pietro Aretino, editado en 1524 e ilustrado por Marcantonio Raimondi es "el santo grial" del mundo de los libros. Un libro condenado a la hoguera del que aparentemente no sobrevivió ni un solo ejemplar.

Lo más cercano que tenemos es una reproducción treinta años posterior, de la que sobreviven 14 sonetos (13 originales y uno apócrifo) grabados con toscas planchas de madera y que parecen ser una reproducción de una reproducción. Si este tosco libro vale 425 mil dólares, no puedo imaginarme cuánto valdría un ejemplar original.

Raimondi, 1524
Pues resulta que allá por 1850, un individuo llamado Frederic Maximilien Waldeck (1766-1875), anticuario, cartógrafo, artista y explorador francés, reportó haber encontrado el libro en México, haberlo tenido en sus manos e inclusive haber llegado a copiar los grabados, mismos que publicó.

Aunque Waldeck vino a México con intención de explorar las ruinas mayas de Palenque, es notable que no haya aprovechado su estancia para el saqueo, como tantos otros exploradores posteriores lo hicieron. Parece que a Waldeck lo guiaban intereses más esotéricos que mercantiles, y es de admirarse que se internara en esa difícil selva lacandona, entre mosquitos, mayas hostiles y caca de chango; y sacado maravillosos (aunque inexactos) grabados y mapas de las ruinas mayas. ¿Sin beneficio alguno?
Fragmentos de la edición de 1524

Bueno, no exactamente. Waldeck diría unos años después, tras la publicación de su versión del gran clásico del Aretino, que había encontrado un ejemplar original del libro de 1524, en una biblioteca que estaba en comodato en un convento cerca de Palenque.

Desde los años 30, Waldeck estaba obsesionado con Marcantonio Raimondi. Había hecho algo de dinero restaurando viejos grabados de antiguos libros, así que conocía el arte. En sus diarios, podemos apreciar  que había conocido el único grabado original de I Modi que sobrevive completo, y que conocía los pequeños fragmentos que se conservan en el infierno de la Biblioteca Británica.

Yo que conozco las monjas y los monjes, puedo dudar bastante de esa aseveración. Me pared muy poco probable ese hallazgo, pero si acaso existiera un ejemplar en mi país de esa obra, sería un hallazgo extraordinario.

No tengo tiempo en este momento de explicar mis dudas, pero les dejo algunas de las imágenes de Waldeck y vuelvo con ustedes enseguida.

Waldeck, Postura 2



Waldeck, Postura 3

Waldeck, Postura 4

PD.- Las imágenes las tomé de la página Eroti-Cart, pero están en el dominio público, a pesar de lo que piense Google o editorial Siruela.


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