miércoles, 28 de marzo de 2012

Sol, la Luna y Talia, la Bella durmiente original

De la película erótica "Sleeping Beauty" (2011)
Dentro de las tradiciones de cuentos infantiles, "La bella durmiente" ocupa un lugar especial en el corazón de todo fanático de Disney. Al igual que en la caperucita roja, nos encontramos con que la historia es mucho más antigua, probablemente china y de hace miles de años; pero la versión europea primigenia es la que está registrada en el Pentamerone de Giambatista Basile (1636) (En realidad hay una anterior, pero no la conozco, y no es tan parecida a la actual)

La historia se llama "Sol, la Luna y Talia" y forma parte del libro póstumo de Basile, también llamado "El cuento de los cuentos", del mismo estilo que el decamerón de Boccacio, pero con una historia más parecida a "Las Mil y Una noches"

En la versión renacentista, tenemos al Rey que tiene una hija llamada Talia, a quien los sabios le vaticinaron que un gran peligro le esperaba en un trozo de lino, por lo tanto dio la orden de destruir todo cáñamo o lino en el país y todo ese rollo que ya conocen.

Un día, cuando Talia ya estaba crecidita, como toda princesa estúpida ve a una vieja hilando lino, toca la rueca, un tallo o espina se entierra bajo su uña y cae al suelo como si estuviera muerta. Luto en el país, muchas lágrimas, la ponen en una silla de terciopelo bajo un dosel de brocado, sellan el castillo y el reino emigra a otro lugar (quiero suponer que no era realmente un reino, sino un feudo, hacienda o casa señorial solamente) Hasta aquí la historia es idéntica a la melcochosa de Charles Perrault.......pero aquí viene lo mero bueno:

Un buen día, cierto Rey que andaba de cacería sigue su halcón que entra en el palacio, a donde lo sigue con la ayuda de una escalera; al entrar en la lóbrega casa queda espantado ante tanto abandono. Allí encuentra a Talia, hermosa después de tantos años y al no poder despertarla decide saciar sus "torpes instintos de pasional libídine" (se la coje) y regresa feliz y contento "chifle y chifle, cante y cante"y con los cataplines vacíos a su propio reino.

Como consecuencia de tal violación, Talia queda embarazada y da a luz un par de gemelitos, un niño y una niña que en algunas versiones son cuidados por las hadas y en otras se crían solos, pegados a la teta de su madre. Un día uno de los chamacos resbala y cae, y al estar tan hambriento comienza a mamar el dedo de Talia hasta que la astilla sale y ella revive. Los niños son llamados Sol y Luna.

Un día el descarriado Rey se acuerda de la escapadita anterior y se le antoja un nuevo apachurre. Al llegar al palacio constata espantado que ella está despierta y que ya hay más descendientes al trono. Para no perder la oportunidad, ellos viven muy felices...........por un par de semanas, hasta que el infiel rey recuerda que tiene esposa furiosa en casa, así que se despide prometiendo volver.

Tiempo después, el rey tiene, supongo, un sueño erótico, donde habla lo suficiente para que su malvada esposa se diera cuenta de lo sucedido. La Reina trae al secretario del Rey y le saca toda la verdad. La Reina manda recado a Talia, pidiéndole que mandara a sus hijos para criarlos como  propios. Talia los envía y la Reina los recibe con la cazuela abierta........¿Cazuela?.......sí, porque los manda degollar y cocinar.

El cocinero, como todo cocinero de cuento que incluya antropofagia (Blanca nieves, por ejemplo), esconde los niños y mata unos cabritos en su lugar.

--Oye mi amor, qué rica estuvo la cena.
--Cómetelo todo querido, te comes lo tuyo.

El Rey se va de parranda algo molesto, a cualquiera le molesta que su esposa le reclame el tener otra familia y que lo obliguen a comérsela. La Reina, no contenta con el daño que cree haber hecho, manda buscar a Talia, quien, con la nalga caliente corre al castillo del Rey, creyendo que le esperaba una sesión de sexo violento.

--Ajá, conque tú eres la "perra-flaca-chichona-robamaridos", ¿eh?, pues te voy a quemar viva para que aprendas lo que es andar caliente--(malditas telenovelas mexicanas, le echan a perder la imaginación a uno)

Ella trata de excusarse, sin mucha suerte, hasta que resignada decide entregar su vida, sólo pidiendo quitarse el vestido antes para no chamuscarlo.........ella se quita la ropa en un strip-tease tan lento, que da oportunidad a que llegue el Rey, quien, furioso, no solo salva a su amor violado, sino que manda quemar viva a su esposa, al secretario y de pasada al cocinero.

Bueno, el cocinero es perdonado y todos viven felices para siempre. Talia, en contra de la ley de derecho canónico, se casa con su violador asesino, que es el bueno del cuento y todos felices por siempre jamás. Esa Talia es el sueño de todo hombre: perdona que la desvirguen, que la violen, que la embaracen, que le oculte que es casado, y al final, se casa con el hombre que manda quemar viva a su esposa y a su mejor amigo......el amor triunfa.

Violaciones, canibalismo, strip-tease e indfidelidad.......bonito cuento infantil.



domingo, 25 de marzo de 2012

Infidelidades.con antología

Las antologías de cuentos pueden ser muy entretenidas para leer durante un viaje largo, la desventaja siempre es que la calidad de lo que uno se encuentra en una antología, necesariamente es variada.

Aquí tenemos un libro de una pequeña editorial independiente; cuando leí los primeros relatos quedé ganchado; pero ya cuando continué con la lectura me decepcioné un poco. Parece ser que elegí los mejores cuentos para comenzar ...... pero para gustos.......

Para comenzar, los cuentos están seleccionados por una mujer (Marivi Cerisola) ni duda cabe porque tienen una sensibilidad especial que los distingue; en general los podemos dividir en dos tipos de cuentos: los que culpan al hombre de la infelicidad o infidelidad de las pobres mujeres, o las que culpan a la religión de las sicalípticas costumbres de los hombres (malditas telenovelas mexicanas). Por supuesto con alguna excepción.

Mis suegros son “gente bien”, católicos, de buenas costumbres y tradiciones ancestrales como la de “un esposo le puede ser infiel a su mujer de vez en cuando, mientras no les falte nada a ella y a sus hijos, y claro, sea discreto”, como mi suegro. 

Pero no puedo decir que eso les quite lustre a las historias, por el contrario, les da una continuidad y los integra en una cultura, la del macho mexicano "Atacando o huyendo", la de la familia católica tradicional de clase media alta y la mujer abnegada y sufrida que siente culpas (malditas telenovelas mexicanas).

Dieciséis escritores, treinta cuentos (bueno, algunos relato-descripciones-interiorizaciones) todos acerca de los amores prohibidos o ajenos.

Entre mis relatos favoritos están los de Amelie Olaiz ("Lupe" y "El hueso de pollo"), de mujeres que engañan a maridos machotes ignorantes rústicos, mujeres con una filosofía de la vida simple y unas excelentes excusas para ser infieles a sus infieles maridos.


- No me lo tomes a mal, Cristi, pero en pocas palabras yo estoy seguro de que tú tienes un problema de frigidez. 
- ¿Ya terminaste, cabrón? -preguntó Cristina.
- Sí -masculló el Memo, con cara de mártir.
- Pues ahora me vas a escuchar. Durante casi veinte años de mi vida, me dijeron: “El sexo es malo, es importante conservar la pureza, las niñas decentes no hacen nada de eso hasta que se casan”. De un día para otro me visto de blanco y resulta que ahora no sólo es bueno, sino que tengo que hacerlo casi a diario y al estilo de la puta más codiciada de la región. ¿Querías casarte con una virgen?, pues así somos las virgencitas, y para convertirnos en Herminias hace falta mucho más que un pinche hueso de pollo.
Cristina dio media vuelta, y guardó en su bolsa el Cristina dio media vuelta, y asunto, sus cigarros y las ganas, que la llevaron directo a las caballerizas para ver a Pepe.


Están las confesiones de las infieles:

- Me acuso, padre, de tener malos pensamientos.
- Explícate, hija.
- Bueno, es que... tuve un sueño: soñé que le era infiel a mi marido.
- Un sueño no es un mal pensamiento.
- Es que... después, ya despierta, seguí pensando en lo que había soñado...
- Si consentiste el mal pensamiento es como si hubieras cometido el pecado. Dios te perdona el pecado siempre y cuando...
-¿Entonces -interrumpió- pensar en eso tiene la misma penitencia que hacerlo?¡Gracias, padre! -Se levantó del reclinatorio
apresuradamente sin esperar la absolución.
Por el camino iba examinando los asuntos pendientes: ir de compras al Body Shop por un champú y crema para el cuerpo con aroma a fresa, hablarle a Felipe para adelantar el baño de la Cookie, darle el día libre al servicio, encargar los niños a su hermana, y lo más importante: hacerse meritoria de la penitencia.
("Penitencia" de Mercedes van Santen)



Y las divertidas confesiones de un infiel profesional:

...En mi última aventura por poquito me cachan, verdad de Dios, pero viera que lo disfruté, me la jugué en serio. No sabe, pero es que, ¡ay, Dios mío!, valía reteharto la condenada, era hermosa como pocas, bonita entre las bonitas y ponedora como las mejores del gallinero. ¿Se acuerda de aquella cancioncita, padre, aquella que cantaba Pedro Infante?, creo que se llamaba Mírame morenita y decía: “No muerdas tan duro, no seas goloso y chupa que chupa que es más sabroso y dale un abrazo a tu morenita...”, pues algo más o menos así me decía la condenada. Luego dale y duro con eso de las serenatas y pues ahí está, que me pica la cresta, y yo ni tardo ni perezoso me consigo unos cuates que le hacían a la cantada y que le llevo serenata. Ay, padre, ahí sí estuvo de veras dura la cosa, porque yo clarito me acordaba de cómo Jorge Negrete enamoraba a Gloria Marín llevándole un chorro de serenatas.
Veo a un trío rasgueando las guitarras mientras la damita en cuestión se come las uñas detrás de unas cortinas traviesas, envuelta en un camisón transparente, esperando el momento más adecuado para abrir sus ventanas y lanzarle besos al enamorado. Imagínese, padre, la emoción de estar igualito a Jorge gritándole a mi amada cuánto la quiero. Ahí estuvo el problema, que yo gritaba de emoción y, no hombre, la que se armó... pues fíjese, padre, que la canija era casada, nomás que el marido trabajaba de noche de valet parkin en un bar ....
 No me acuerdo de qué me gritó el cornudo aquel, sólo sigue retumbando en mis oídos el tronido de los balazos detrás de nosotros. 
....
Creo padre que por ahí está la razón de ser de mi infidelidad. Búsquele y rásquele por ahí, que seguramente encontrará algo que me identifique. Sin embargo, yo quiero mucho a mi mujer, ella es la madre de mis hijas y la catedral; las demás son capillitas, con perdón de usted, padre. No quisiera agobiarlo con mis cosas, pero yo quiero insistir en que por ahí está la razón de todo. Cómo no iba a volverme infiel si tenía toda una escuela de primera mano con aquellas películas, donde todas representaban a un hombre muy macho o mujeres enamoradas de él. 
("Soy infiel, luego existo" de Germán Solana y Rodríguez)



El que tiene relaciones con un homosexual y descubre que, paradójicamente, quien se contagia de VIH es su esposa ("Victoria’s Secret" de Enrique Santiago Barruel). El infiel del pueblo, que tenía multitud de casa y multitud de hijos que un día se enamora de una prostituta y le es fiel........hasta que ambos descubren que su amor acabó y vuelven cada uno a su vida hipersexual, para regocijo de todo un pueblo ("Sin alevosía" de Mariví Cerisola). La que se enamora de la música (Para Elisa de Patricia Compeán)

Las que sufren, las que sueñan, las traumadas por su pasado o por sus padres, las que nunca pudieron ser infieles, todas aquí. El libro es ........ bueno.... rescatable.

Ahora, por una extraña razón, a la editorial no le pude extraer la manera de comprar la versión en línea o la lista de las librerías que tienen existencia (Gandhi o El Sótano, por ejemplo)........pero bueno, ese es un detalle técnico que espero pronto reparen.



Perversógrafo: Sexo vaginal, oral, infidelidades, exhibicionismo.




Infidelidades.Con
Antología de Marivi Cerisola
Editorial: Terracota
2008, México
ISBN: 9786077616009
143 pags.


jueves, 22 de marzo de 2012

Psychopathia sexualis de Richard Von Krafft-Ebing

Antes de Freud y sus teorías sobre el psicoanálisis, la psicología no existía como una ciencia; sin embargo hubo magníficos trabajos de investigación que en aquellos días le permitieron a la ciencia médica un acceso al estudio de casos de personas con "anomalías sexuales". Quizás en aquellos momentos no se entendía el origen de dichas "desviaciones sexuales", pero el solo hecho de documentarlo ya es una tarea de titanes.

El mejor ejemplo es "Psychopathia sexualis", un trabajo del forense y psiquiatra austriaco Richard Von Krafft-Ebing. Se trata de un tratado sexológico que intenta explicar el origen de las desviaciones sexuales de más de 250 casos que documentó, la mayor parte de primera mano. La primera edición vio la luz en 1886, en plena Europa Victoriana y de algún modo marcó la percepción de la sexualidad en el mundo occidental.

La intención original era servir de referencia a médicos y jueces, por lo que pudorosamente se esconden las prácticas sexuales en un latín muy culto, para evitar que fuera leída por aficionados.


Caso 76: fetichismo de pies y zapatos
(Dr. Pascal, Igiene dell’amore.) X., comerciante, de cuando en cuando, sobre todo cuando hacía mal tiempo, le acometía el siguiente deseo: se ponía al habla con una prostituta cualquiera y le pedía que le acompañara a una zapatería, donde le compraba el par de botines de charol más hermoso que hubiera, con la condición de que se los calzara inmediatamente. Tras esto, la mencionada tenía que pisar cuantos excrementos y charcos encontrara por la calle para ensuciar las botas lo más posible. Una vez hecho esto, X. llevaba a esa persona a un hotel. Apenas entraban a la habitación, se arrojaba a sus pies y experimentaba un placer extraordinario restregando los labios por ellos. Una vez limpias las botas por tal procedimiento, entregaba un dinero y seguía su camino.


Caso 96: fetichismo de obesidad
Un caballero con considerables problemas me consultó a causa de una impotencia que le empujaba prácticamente a la desesperación.
De soltero su fetiche eran las mujeres de generosas formas. Se casó con una dama de la complexión correspondiente y fue perfectamente potente y feliz con ella. Al cabo de unos meses, la dama enfermó gravemente y adelgazó mucho. Un día que quiso cumplir el débito conyugal, se vio completamente impotente, estado en el que ha permanecido. Si, en cambio, intentaba el coito con mujeres orondas, era perfectamente potente. Incluso los defectos corporales se pueden convertir en fetiche.

Caso 102: fetichismo de bigote
X(Tiziano Ferro)., 20 años, de sexualidad contraria, solo ama a hombres con un bigote grande y bien poblado. Un día X(Tiziano Ferro). conoce a un hombre que responde a su ideal. Se le lleva a casa, pero se lleva una gran decepción cuando este se quita el bigote (postizo). Hasta que no se lo vuelve a poner, no recobra su atractivo para X(Tiziano Ferro)., que con ello vuelve a estar en plena posesión de su potencia.

Caso 124: fetichismo de terciopelo
C. es un gran amante del terciopelo. C. se siente atraído por las mujeres hermosas de manera normal, pero lo que le excita sobremanera es encontrar a la persona con la que mantiene relaciones sexuales vestida de terciopelo. Resulta aquí especialmente llamativo que no es tanto la visión del terciopelo como su tacto lo que provoca la excitación. C. me explicó que acariciar la chaqueta de terciopelo de una persona de sexo femenino le produce una excitación que difícilmente podría alcanzar de otra manera (Dr. Moll op. cit., p. 127).


Hoy podríamos decir que el estudio está desactualizado; que es conservador hasta la médula y descalificar al autor por el hecho de tratar simples gustos sexuales como enfermedades. Sin embargo si nos ubicamos en la época en que fue escrito, el simple hecho de documentar varios cientos de casos que en su momento hubieran llevado a la cárcel a los pacientes, y más allá, el tratar de encontrar la causa de dichas "perversiones", nos damos cuenta que el libro fue un gran avance.


El libro está dividido en cuatro secciones:
  • paradoxia.- deseo sexual en la infancia o vejez.
  • anesthesia.- escasez de deseo.
  • hyperesthesia.- deseo excesivo.
  • paraesthesia.- deseo sexual sobre un objeto equivocado (homosexualidad, fetichismo, sadismo, masoquismo, pederastia, etc)

Para Krafft-Ebing,  el objetivo del sexo era la procreación, y cualquier forma de deseo con un fin distinto  era una perversión. La violación, por ejemplo, era un acto aberrante, pero no una perversión, ya que de ella podría derivarse el embarazo. 

Con todo lo políticamente incorrecto que hoy nos pueda parecer, creo que Krafft-Ebing tiene un punto interesante; él proponía que se tomara en cuenta el estado mental de los ofensores sexuales, que había alguna clase de descargo si éstos tenían una "perversión"....posteriormente él mismo dejó de usar el término perversión y comenzó a utilizar "diferenciación"

La masturbación es vista como una iniciación homosexual (a que no lo habían pensado.....es sexo, con alguien de tu mismo género.....tú) El fue el primero que propuso que la homosexualidad podía tener un origen en las etapas fetales, algo que ha tomado impulso nuevamente.

Sigmund Freud hizo que se olvidaran muchas de las teorías más interesantes de Krafft-Ebing, paradójicamente ahora su trabajo es utilizado por nosotros los conservadores para criticar que el mundo se está descomponiendo y está lleno de seres pervertidos.

El libro no ha tenido mas que un par de traducciones al castellano, una en especial hecha por la editorial La máscara, toma los casos más escandalosos para vetilarlos en su colección "Malditos Heterodoxos"

Es de agradecer la traducción que está haciendo un entusiasta bloguero, Alberto Bustos, quien se ha dado a la titánica tarea de hacer accesible la obra a los hispanohablantes:


Le deseo el mejor de los éxitos.



sábado, 17 de marzo de 2012

La matrona de Efeso de Cayo Petronio

Del primer siglo de nuestra era, nos llega el magnífico libro "El Satiricón", un libro que rescata una tradición literaria llamada "el cuento milesio", el equivalente romano de nuestra narrativa picaresca; cuentos cortos de trasfondo pícaro sexual que se escribían para divertir al lector.

Siglos mas tarde, Margarita de Navarra y Boccaccio, rescatan muchos de los cuentos milenios romanos y los ponen en sus obras maestras respectivas.

De los capítulos 111 y 112 de esta incompleta obra, tenemos el cuento de La matrona de Efeso:


En Efeso había una matrona con tal fama de honesta que hasta venían las mujeres a conocerla desde países vecinos. Esta matrona perdió a su esposo y no se contentó entonces con ir detrás del cuerpo con los cabellos en desorden, como es costumbre entre el vulgo, ni con golpearse el pecho desnudo ante los ojos de todos, sino que fue detrás de su finado marido hasta su tumba y luego de depositarlo, según la usanza de los griegos, en el hipogeo, se consagró a velar el cuerpo y a llorarlo día y noche. Sus padres y familiares no pudieron hacerla cejar en esa actitud que, llevada a la desesperación, la haría morir de hambre. Hasta los magistrados desistieron del intento al verse rechazados por ella. Todos lloraban casi como muerta a esa mujer que daba ejemplo sin igual consumiéndose desde hacía ya cinco días sin probar bocado. La acompañaba una sirvienta muy fiel que compartía su llanto y renovaba la llama de la lamparilla que alumbraba el sepulcro cuando comenzaba a apagarse. En la ciudad no se hablaba de otra cosa que no fuera de esta abnegación, y hombres de toda condición social la daban como ejemplo único de castidad y amor conyugal.
En ese tiempo el gobernador de la provincia ordenó crucificar a varios ladrones cerca de la cripta donde la matrona lloraba sin interrupción la reciente muerte de su marido. Durante la noche siguiente a la crucifixión, un soldado que vigilaba las cruces para impedir que alguno desclavase los cuerpos de los ladrones para sepultarlos, notó una lucecita que titilaba entre las tumbas y oyó los lamentos de alguien que lloraba. Llevado por la natural curiosidad humana, quiso saber quién estaba allí y qué hacía. Bajó a la cripta y, descubriendo a una mujer de extraordinaria belleza, quedó paralizado de miedo, creyendo hallarse frente a un fantasma o una aparición. Pero cuando vio el cadáver tendido y las lágrimas de la mujer, su rostro rasguñado, se fue desvaneciendo su propia impresión, dándose cuenta de que estaba ante una viuda que no hallaba consuelo. Llevó a la cripta, su magra cena de soldado y comenzó a exhortar a la afligida mujer para que no se dejase dominar por aquel dolor inútil ni llenase su pecho con lamentos sin sentido.
-La muerte -dijo- es el fin de todo lo que vive: el sepulcro es la íntima morada de todos.
Acudió a todo lo que suele decirse para consolar las almas transitadas de dolor. Pero esos consejos de un desconocido la exacerbaban en su padecer y se golpeaba más duramente el pecho, se arrancaba mechones de cabellos y los arrojaba sobre el cadáver. El soldado, sin desanimarse, insistió, tratando de hacerle probar su cena. Al fin la sirvienta, tentada por el olorcito del vino, no pudo resistir la invitación y alargó la mano a lo que les ofrecía, y cuando recobró las fuerzas con el alimento y la bebida, comenzó á atacar la terquedad de su ama:
-¿De qué te servirá todo esto? -le decía-. ¿Qué ganas con dejarte morir de hambre o enterrada, entregando tu alma antes que el destino la pida? Los despojos de los muertos no piden locuras semejantes. Vuelve a la vida. Deja de lado tu error de mujer y goza, mientras sea posible, de la luz del cielo. El mismo cadáver que está allí tiene que bastarte para que veas lo bella que es la vida. ¿Por qué no escuchas los consejos de un amigo que te invita a comer algo y no dejarte morir? .
Al fin la viuda, agotada por los días de ayuno, depuso su obstinación y comió y bebió con la misma ansiedad con que lo había hecho antes la sirvienta.
Se sabe que un apetito satisfecho produce otros. El soldado, entusiasmado con su primer éxito, cargó contra su virtud con argumentos semejantes.
-No es mal parecido ni odioso este joven- se decía la matrona, que además era acuciada por la sirvienta que le repetía:
-¿Te resistirás a un amor tan dulce? ¿Perderás los años de juventud? ¿A qué esperar más tiempo?
La mujer, después de haber satisfecho las necesidades de su estómago, no dejó de satisfacer este apetito... y el soldado tuvo dos triunfos. Se acostaron juntos no sólo esa noche sino también el día siguiente y el otro, cerrando bien las puertas de la cripta de modo que si pasase por allí tanto un familiar como un desconocido, creyeran que la fiel mujer había muerto sobre el cadáver de su esposo. El soldado, fascinado por la hermosura de la mujer y por lo misterioso de estos amores, compraba de todo lo mejor que su bolsa le permitía y al caer la noche lo llevaba al sepulcro.
Pero he aquí que los parientes de uno de los ladrones, notando la falta de vigilancia nocturna, descolgaron su cadáver y lo sepultaron. El soldado, al hallar al otro día una de las cruces sin muerto, temeroso del suplicio que le aguardaría, contó lo ocurrido a la viuda:
-No, no -le dijo- no esperaré la condena. Mi propia espada, adelantándose á la sentencia del juez, castigará mi descuido. Te pido, mi amada, que una vez muerto me dejes en esta tumba. Pon a tu amante junto a tu marido.
Pero la mujer, tan compasiva como virtuosa, le respondió:
-¡Que los dioses me libren de llorar la muerte de los dos hombres que más he amado! ¡Antes crucificar al muerto que dejar morir al vivo!
Una vez dichas estas palabras, le hizo sacar el cuerpo de su esposo del sepulcro y colgarlo en la cruz vacía. El soldado usó el ingenioso recurso y al día siguiente el pueblo admirado se preguntaba cómo un muerto había podido subir hasta la cruz.
Confía tu barco a los vientos
pero jamás tu corazón a una mujer
porque las olas son más firmes
que la fidelidad de la mujer.
No hay ninguna mujer buena
o si alguna vez lo ha sido
No comprendo cómo algo malo
pudo ser bueno alguna vez.






martes, 13 de marzo de 2012

Posturas sexuales según F.K. Forberg

¿Cuántas posturas sexuales conoces?
Alguna vez ya había yo comentado por aquí de mi tío, el que piensa que existen 68 posturas sexuales, porque a partir de la 69 empiezan puuuuuras mamadas.

Sin apostar mi credibilidad en ello, hay quien dice que entre los manuales sexuales clásicos, el que presenta mayor número de ayuntamientos sexuales distintos es el libro "De Figuris Veneris", o Manual de Erotología, publicado en 1824 por el gran erotólogo y filósofo alemán F.K Forberg, que nos presenta nada menos que 90.

Presuntamente basado en antiguos textos romanos y griegos, nos presenta una enumeración bastante particular de comportamientos, que harían sonrojar al mismo Vatsiaiana, autor del Kama Sutra.


Para muestra:

1. El hombre inclinado hacia adelante, recibiendo entre sus piernas a la mujer acostada de espaldas, las piernas estiradas.
2. El hombre inclinado hacia adelante, recibido entre sus piernas por la mujer acostada de espaldas, las piernas separadas.
3. La mujer acostada de espaldas, tiene entre sus piernas una sola de las piernas del caballero.
4. La mujer acostada de espaldas, los pies cruzados sobre los riñones del caballero.
5. La mujer acostada de espaldas, una de sus piernas estiradas, la otra puesta sobre los riñones del hombre.
6. La mujer acostada de espaldas, el caballero montado al revés.
7. La mujer acostada de espaldas, el caballero montado transversalmente.
8. El hombre acostado, la mujer a medias acostada sobre el flanco, las piernas estiradas.
9. El hombre acostado, la mujer a medias acostada sobre el flanco, una pierna estirada, la otra levantada sobre los riñones del hombre.
10. La mujer a medias acostada, el caballero montado al revés.
11. El hombre de rodillas, la mujer acostada de espaldas, las piernas separadas.
12. La mujer acostada de espaldas, las piernas levantadas sobre los riñones del hombre de rodillas.
13. La mujer acostada de espaldas, una pierna estirada, la otra levantada sobre la espalda del hombre de rodillas.
14. La mujer acostada de espaldas, las piernas levantadas sobre la espalda del hombre de rodillas.
15. La mujer acostada de espaldas, una pierna estirada, la otra levantada sobre la espalda del hombre de rodillas.
16. La mujer acostada de espaldas, una pierna levantada sobre los riñones del hombre de rodillas, la otra sobre su espalda.
17. El hombre de rodillas atraviesa a la mujer sentada, las piernas separadas.
18. La mujer sentada, una pierna estirada, la otra levantada sobre los flancos del hombre de rodillas.
19. La mujer sentada, las dos piernas levantadas sobre los dos flancos del hombre de rodillas.
20. La mujer sentada, una pierna estirada, la otra levantada sobre la espalda del hombre de rodillas.
21. La mujer sentada, las dos piernas levantadas sobre la espalda del hombre de rodillas.
22. La mujer sentada, una pierna sobre la espalda del hombre de rodillas, la otra estirada.
23. El hombre de rodillas, la mujer dada vuelta.
24. El hombre de espaldas, la mujer de frente.
25. El hombre de espaldas, la mujer dada vuelta.
26. El hombre de espaldas, la mujer atravesada.
27. El hombre de espaldas, la mujer levantada.
28. El hombre sentado, la mujer de frente.
29. El hombre sentado, la mujer de frente, las piernas al aire.
30. El hombre sentado, la mujer dada vuelta.
31. El hombre y la mujer de pie.
32. El hombre y la mujer de pie, una pierna del hombre o de la mujer levantada en el aire.
33. El hombre de pie, la mujer acostada de espaldas, las piernas separadas.
34. La mujer acostada de espaldas, las piernas levantadas sobre los riñones del hombre de pie.
35. La mujer acostada de espaldas, una pierna estirada, la otra levantada sobre los riñones del hombre de pie.
36. La mujer acostada de espaldas, las dos piernas levantadas sobre la espalda del hombre de pie.
37. La mujer acostada de espaldas, una pierna estirada, la otra levantada sobre la espalda del hombre de pie.
38. La mujer acostada de espaldas, una pierna levantada sobre la espalda del hombre de pie, la otra sobre sus riñones.
39. El hombre de pie, la mujer a medias acostada sobre el flanco.
40. El hombre de pie, atravesando a la mujer sentada, las piernas separadas.
41. El hombre de pie, atravesando a la mujer sentada, las piernas en el aire.
42. El hombre de pie, atravesando a la mujer sentada, una pierna estirada, la otra en el aire.
43. El hombre de pie, la mujer levantada.
44. La mujer levantada, las piernas sobre la espalda del hombre de pie.
45. El hombre de pie, la mujer de rodillas, dada vuelta.
46. El hombre de pie, la mujer en cuclillas, dada vuelta.
47. El hombre de pie, la mujer vuelta de espaldas y levantada de tal modo que sólo la parte inferior del cuerpo quede en el aire, permaneciendo la parte superior apoyada.
48. El hombre de pie, la mujer vuelta de espaldas, la parte inferior del cuerpo levantada artificialmente.



Hasta aquí........todo bien.
Pero luego nuestro amigo "nos cambia bien gacho de canal"

49. Hombre pedicado acostado.
50. Hombre pedicado de pie.
51. Hombre pedicado de rodillas.
52. Hombre pedicado agachado.



Y ya para el 53...........¡Ah, qué mi Forberg.........sieeeeeeeeempre sale con sus mamadas!


53. Irrumateur acostado.
54. Irrumateur sentado.
55. Irrumateur de pie.
56. Irrumateur arrodillado.
57. Irrumateur agachado.
58. Cunnilinge acostada.
59. Cunnilinge sentada.
60. Cunnilinge de pie.
61. Cunnilinge de rodillas.
62. Cunnilinge agachada.
63. Fellatio y cunnilingus.

Luego sale con sus jaladas:

64. Masturbador.
65. Mano oficiosa.
66. Mano oficiosa de un tercero.
67. Ayuda del dedo.
68. Ayuda de un aparato de cuero.


Luego ¡Ah cabrón! ¿A qué clase de fiesta me metí?

69. Coito con un cuadrúpedo macho.
70. Coito con un cuadrúpedo hembra.
71. Tríbada practicando la cópula.
72. Tríbada pedicando.
73. Tres participantes: un copulador es pedicado.
74. Tres participantes: un pedicon es pedicado.
75. Tres participantes: un Celador es pedicado.
76. Tres participantes: un Celador practica la cópula.
77. Tres participantes: un Celador pedicado.
78. Tres participantes: un Pelador irrume.
79. Tres participantes: una telatriz es atravesada.
80. Tres participantes: una telatriz es pedicada.
81. Tres participantes: una telatriz sufre un cunnilingus.
82. Tres participantes: un cunnilinge opera la cópula.
83. Tres participantes: un cunnilinge pedica.
84. Tres participantes: un cunnilinge irrume.
85. Tres participantes: un cunnilinge es pedicado.
86. Tres participantes: una cunnilinge es atravesada.
87. Tres participantes: una cunnilinge es pedicada.
88. Cuatro participantes: forman una doble cadena.
89. Cuatro participantes: forman una triple cadena.
90. Grupo de cinco copuladores.

Y creo que podía seguirle.......no había necesidad de hacerlo ya que había roto el récord.

Al menos no podemos negar la originalidad.

viernes, 9 de marzo de 2012

La trilogía de la Bella Durmiente de Anne Rice

En general suelo desconfiar de cualquier libro cuyo autor sale en la contraportada y cuyo nombre está escrito en tamaño mayor que el título del libro.

Con Anne Rice debo reconocer que es una escritora cuyos relatos cortos yo disfruté mucho en mi temprana juventud y "aborrescencia"; esos misteriosos relatos de vampiros con pulsiones (homo)sexuales a flor de piel y el misterio de los no-muertos.

Me entero que allá a mediados de los 80's, cuando ella ya era una escritora famosa y cuando ya su mejor obra "Entrevista con el vampiro" era un best-seller,  ella utilizó por pseudónimo A.N. Roquelaure para escribir tres libros, uno pudiera creer que al decidir escribir novela erótica, un escritor decida ponerse un pseudónimo para no "quemar" su nombre real. Aquí yo sospecho otra cosa.

Hay tres novelas, una saga en realidad, que tratan muy a detalle el tema del "sadomasoquismo fantástico":
  • El rapto de la Bella Durmiente (1983)
  • El castigo de la Bella Durmiente (1984)
  • La liberación de la Bella Durmiente (1985)
No hay una Bella durmiente al estilo Disney; Anne Rice retoma la tradición renacentista de Giambatista Basile en el Pentamerone: tenemos a la bella durmiente siendo violada por un sujeto......en esta ocasión mucho mas malo que el del cuento medieval.
En la primera parte, un rey viola a la bella durmiente en su lecho tras 100 años de "belladurmiencia"; al darle un beso se despierta y se encuentra desnuda y sometida a aquel individuo. El la reclama como su esclava y la abduce a su reino, donde pasa a ser otra de los cientos de esclavos sexuales permanentemente desnudos que forman los juguetes de una corte muy particular.

Ella no profirió ningún sonido; pero si fuera posible gemir en silencio, la princesa gimió con la actitud de su cuerpo. Su cabeza cayó hacia él, quien sintió la caliente humedad del pubis contra su mano derecha. Al volver a tenderla, le apresó ambos pechos y los chupó suavemente, primero uno y luego el otro.
ran éstos unos pechos llenos y firmes, pues la joven tenía quince años cuando la maldición se apoderó de ella. Él le mordisqueó los pezones, al tiempo que le meneaba los senos casi con brusquedad, como si quisiera sopesarlos; luego se deleitó palmoteándolos ligeramente hacia delante y atrás.
Al entrar en la estancia el deseo le había invadido con fuerza, casi dolorosamente, y ahora le incitaba de forma casi cruel.
Se subió sobre ella y le separó las piernas, mientras pellizcaba suave y profundamente la blanca carne interior de los muslos. Estrechó el pecho derecho en su mano izquierda e introdujo su miembro sosteniendo ala princesa erguida para poder llevar aquella boca hasta la suya y, mientras se abría paso a través de su inocencia, le separó la boca con la lengua y le pellizcó con fuerza el pecho.
Le chupó los labios, le extrajo la vida y la introdujo en él. Cuando el príncipe sintió que su simiente explotaba dentro del otro cuerpo, la joven gritó.

Pronto se convierte en la favorita del príncipe y de su ama; pero más tarde, al prendarse de un esclavo se condena a la proscripción como un esclavo sexual más del reino.

En la segunda parte, el populacho ahorra para comprar los esclavos por un tiempo en una subasta pública que se parece a una declaración de impuestos (en el sentido que el dinero cambia de manos y hay una institución que fornica a la gente)

En la tercera parte los esclavos son rebajados aún más en la cadena trófica. se convierten en el último eslabón de la cadena alimenticia (sexual) del reino.

Bueno, esa historia repartida en unas mil páginas, y rellenas de entrenamiento en la esclavitud, sumisión, castigos, bocas calladas, cabezas gachas, "flojitos y cooperando", palas para golpear las nalgas todo el tiempo, humillaciones, dolor y castigo psicológico. Repetir, repetir, repetir, repetir.

El problema no es la trama, que para un libro más corto pudiera ser interesante, ni lo sado; el problema es la repetición de escenas y la poca sorpresa que el libro causa. En el libro no tendremos situaciones tan interesantes como torturas, y escasean las descripciones del placer.

Para los que no somos afectos a tal especialización en la literatura......no pasaremos de la mitad del libro.

Si sumamos que los diálogos son predecibles, tendremos el motivo por el que se escribió bajo pseudónimo.

Desafortunadamente, a Anne Rice le entró la espiritualidad, por lo que tenemos pocas esperanzas de nuevos vampiros lúbricos o la reivindicación de las novelas de nalgadas. Ahora ella escribe libros religiosos, que si bien no están en contra de mis gustos.......no tienen nada qué ver con este blog.

¿Los recomiendo?

Sólo si les gusta esa especialidad de placeres.


Perversógrafo: Sexo vaginal, oral, Sadomasoquismo, nalgadas, nalgadas, nalgadas, nalgadas, nalgadas, nalgadas, etc.




El Rapto De La Bella Durmiente
por Anne Rice
Editorial: Ediciones B 
ISBN: 9788440660565
368 pág

El Castigo De La Bella Durmiente
por Anne Rice
Editorial: Ediciones B 
ISBN: 8440665911

La Liberación De La Bella Durmiente
por Anne Rice
Editorial: Grupo Zeta
ISBN: 8440665881


domingo, 4 de marzo de 2012

Xochiquetzal

El arte erótico en el México prehispánico es una excepción. Las culturas mesoamericanas en general promovían el control y la moderación del erotismo, sin embargo no recomendaban la abstinencia ni la castidad.

El matrimonio era para los aztecas el lugar para el erotismo, los deseos sexuales eran atribuidos a energías o emanaciones divinas que podían conjurarse y dirigirse a la persona amada. Las deidades eróticas de los aztecas son bastante interesantes.


Xochiquetzal es mi diosa favorita; en el panteón de los terribles dioses aztecas, ella es la jovencita de las maneras exquisitas. En una lámina del códice Borgia, ella aparece en una postura tradicional de las diosas de fertilidad (madre tierra) de todo el mundo: Desnuda entre dos surcos de maíz recibiendo la lluvia de semen que Tláloc, dios de la lluvia arroja sobre ella y las tierras de labor.

Pero es en otra representación del Código donde ella aparece en su otra representación; una abiertamente erótica donde Xoxhipilli es incitado a la lubricidad por una Xochiquetzal desnuda que se deja acariciar los senos. A su izquierda, Xochiquetzal vestida castiga al dios jalándole los cabellos.

Xochiquetzal, la "diosa de las flores de plumaje hermoso"; deidad por excelencia de las hilanderas, tejedoras y bordadoras (que hacían objetos para el placer), a quienes transmitió su afición por el placer sexual, tiene la dualidad de incitar al erotismo y de castigar los excesos. Xochiquétzal representó a las prostitutas y "malas mujeres". Ella fue la gran seductora, la "ramera" que tentó al casto Quetzalcóatl (un "mesías" azteca). 

Ella encarnaba la juventud, el amor y la belleza, y fue mujer ilícita de varios anónimos dioses aztecas, y al referirse a ella, encarnaba el sexo con fines de placer y no reproductivos.





jueves, 1 de marzo de 2012

Papiro erótico de Turín, escena 4

Isis entrega su jugo


Una de las imágenes más enigmáticas de la serie: una joven de cabello corto, probablemente sin peluca, se maquilla con indiferencia, espejo en mano y pincel para retocar los labios en la otra, desnuda y de prominentes pechos está completamente abierta sobre una vasija invertida que se clava en su vagina.
El hombre a sus pies tiene un enorme falo erecto, y se próxima para tocar su clítoris.
El texto es ilegible.
Hay referencias greco-romanas que muestran a Isis con las mismas posiciones, entregando su flujo vaginal como un poderoso reconstituyente medicinal.