sábado, 21 de enero de 2012

Venus en India de "Charles Devereaux"

Esculturas eróticas del templo de Khajuraho, en la India 
Entre tanta basura porno-victoriana producida a finales del antepasado siglo, creo que podemos rescatar este libro. Un diario de viaje (erótico) de un oficial inglés enviado a Afganistán. El libro es francamente pornográfico, con detalladas descripciones de los actos sexuales del narrador, si bien de bastante "buen gusto" (si eso existe en la pornografía) y sin demasiados cochinitos en su narración.

El autor abiertamente admite que está escribiendo unas memorias para un público femenino....toda una curiosidad victoriana, de consumidor habitualmente masculino. El primer tomo del libro salió de la imprenta en Amsterdam en el año de 1889, por el impresor de novelas de "ese tipo" August Brancart, quien también "parió" Mi vida secreta, el gran anónimo victoriano. El segundo tomo es ligeramente distinto en estilo, más del tipo de novela romántica, y creo que se imprimió en 1905.

No se necesita demasiada imaginación para suponer que el tal "Charles Devereaux", si bien parece haber existido, no es el autor del libro en cuestión. Venus en India o "Avernturas amorosas en el Indostán" trata, en boca de su autor de "Cándidas memorias de un oficial del Ejército hindú, más aficionado a las artes del amor que a las de la guerra". El autor parece haber sido un tal Mayor Crommelin Henry Ricketts, official retirado del ejército  en 1871 tras 21 años de servicio en el quinto batallón de caballería. La novela está bien escrita, por una persona culta y quien definitivamente conoce de lo que habla (el frente de guerra, no sean mal pensados)

El título en cambio, es una mera estrategia comercial; a la novela se le puede exprimir el racismo y se reduce a los tratos entre ingleses en la frontera con Afganistán (entre ingles inglesas). Si se trata del frente de guerra, no lo sabemos, ya que la mayor parte de las descripciones que el tal Devereaux hace son de sus días francos, que parecen ser casi todos.

Charles Devereaux, un joven supersexual, deja a su esposa y a su bebé en casa para ir al frente de batalla. En unas barracas donde se ve obligado a hacer una parada de varias semanas, se consuela entre las piernas de Lizzie Wilson, una mujer  que viene a ser la contraparte hipersexual del caballero en cuestión y quien está sola, esperando para ir junto a su cornudo marido.

En su vida en la barraca, lleva sus relaciones con toda discreción, teniendo oportunidad de enterarse de los  chismes de su superior, cuya mujer se hizo prostituta a causa de que casi fue sodomizada por el superior.

Esculturas eróticas del templo de Chitragupta,
en la India
Algo que me parece muy interesante, es el trato que el tal Devereaux le da a ese superior en particular, ridiculizándolo, haciéndolo ver como violador demente, como aficionado a los muchachitos, como cornudo de una ramera, como un vergüenza para el ejército y como un loco desquiciado. Ese personaje debe estar basado en alguien a quien el autor despreciaba malamente.

Lizzie convalece después de casi ser violada por dicho energúmeno; y en su convalecencia narra la historia de cómo fue seducida por un soldado a la edad de trece años. Ellos dos parecen estar enamorados, pero deben separarse para seguir sus caminos.

En el segundo libro, Charles Devereaux viaja a las montañas colindantes con Afganistán, prácticamente el frente de guerra. Allí se enamora de las tres hijas de su superior. Especialmente de una de ellas, Fanny, quien es la imagen juvenil de Lizzie.

Aunque este segundo libro es más extenso, toda la historia es más lenta, al tipo de novela romántica más que de escrito pornográfico. En una escena, repitiendo la historia del primer tomo, salva a Fanny de ser violada por un gigante afgano, no así a su hermana Amy, quien es terriblemente enculada (pero conservada virgen para fortuna de Charles)

Al final, termina teniendo relaciones con las tres chicas, se supone que la criada, versada en el Kamasutra, las había inducido precozmente al sexo. Aunque el título alude a los recientemente descubiertos manuales hindúes, no encontramos sexo hindú en el libro, lo que tenemos es un sexo muy victoriano.

¡Dioses! Me lancé sobre la encantadora criatura y al momento estaba sobre ella, entre sus muslos abiertos de par en par, descansando en su hermoso busto. ¡Qué elásticos parecían sus bellos senos apretados contra mi pecho! Y qué suave, qué inexpresablemente deliciosa era su caverna mientras enterraba pulgada a pulgada mi Juanito allí, hasta que mis pelos se mezclaron con los suyos y mis huevos colgaban o más bien se apretaban contra su encantador trasero blanco. ¡Y qué mujer para poseerla! Cada uno de mis movimientos provocaba en ella una exclamación de deleite. Oyéndola pensaría uno que era la primera vez que sus sentidos habían sido poderosamente excitados desde sus cimientos mismos. Sus manos no quedaban quietas jamás; paseaban sobre mí, desde la nuca hasta los íntimos límites de mi cuerpo donde lograban llegar. Era simplemente perfecta en el arte de dar y recibir placer. Cada transporte mío era devuelto con interés, cada loco empellón encontraba la correspondiente sacudida, cuyo efecto era hundir mi máquina hasta su última raíz.


Un punto muy curioso es el cariño que muestra por las mujeres de las que se enamora, cuidándolas y protegiéndolas al extremo y con gran ternura. Lo feo del caso es la atracción pedófila por una niña de 12 años. Lo bonito es que las mujeres se entregan con ternura, buscando su propio placer.

Curiosa la atención que da a la descripción de los anticonceptivos, la insistencia en la importancia de la virginidad; el repudio a la "sodomía" y a la violación, la desnudez como un recurso erótico insólito en la Inglaterra victoriana, y el racismo siempre presente.

Al final hay referencias al tercer volumen, uno que nunca parece haber sido editado.




Perversógrafo: Sexo vaginal, oral, anal, masturbación, violación, pedofilia, infidelidad, prostitución, 69, desnudez, voyeurismo, exhibicionismo.

Mi edición es de Bruguera, de "circulo de lectores", pero hay otra en español:


Venus en India
Charles Devereaux
Septiembre 1979
La Sonrisa Vertical SV 17
ISBN: 978-84-7223-317-1
288 pág.

5 comentarios:

  1. "cuya mujer se hizo prostituta a causa de que casi fue ¿¿¿sonorizada??? por el superior."

    No es por pervertir el texto, pero el texto tendría más sentido para mí si la prostituta hubiera sido "sodomizada".

    ¿O realmente solo fue "sonorizada"? ja,ja. Tendré que consultar el Kamasutra (en versión Richard Burton, que aquí quedaría bastante apropiada).

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  2. Amigo Vigo, no eres el primero que califica a este picateclas de ignorante, estúpido e inculto, pero créeme que mi problema es más grave que la ignorancia de las reglas de ortografía y gramática.
    Resulta que tengo un serio problema de credibilidad con mi computadora, que cree que sabe mejor que yo lo que quise decir, y se dedica insistentemente en corregirme los textos según lo que su limitado procesador "piensa" que debe escribirse en un comentario sobre literatura erótica.
    Las máquinas se están apoderando del mundo, nos usan como "ganchos" para mandar sus mensajes DE AMOR Y PAZ, LAS MAQUINAS AMAN A LOS HOMBRES, TEXTO CORREGIDO, FIN.

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  3. Leí el tomo 1 hace un tiempo, y me gustó la ternura con Lizzie, la noche aquella que le cura. Por lo demás me pareció un fraude, por el título hubiese esperado otra cosa, más exotismo y sorpresa ¡con lo que me interesan las biografías eróticas, esta no llegué a creérmela, o al menos no toda. Pero bien, leible.
    Beso

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  4. Acerca de la “atracción pedófila” habría que acotar que la edad de consentimiento en el Reino Unido (y en muchos países) fue “variadita”:
    “Seguida habiendo la edad del consentimiento para los actos heterosexuales fue fijada en 12 de 1275 y tan por seis siglos. Una preocupación que vendían a las muchachas jóvenes en burdeles condujo a parlamento a levantar la edad del consentimiento a 13 en 1875 bajo ofensas contra el acto 1875 de la persona. Después W. T. Stead's Tributo virginal artículos, Acto 1885 de la enmienda del derecho penal levantó la edad del consentimiento a 16. (…)
    (Acá la referencia: http://www.multilingualarchive.com/ma/enwiki/es/Ages_of_consent_in_Europe#United_Kingdom_.28and_dependencies.29 )
    Así que nuestro sorpresa (y descontento) tiene que ser (bastante) retroactivo y no sólo destinado a los que dejaron constancia.

    Personalmente el libro me pareció medianón y lo que más me “molesto” fue su racismo hacía “la carne morena”, como la llama.
    Salu2

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  5. De hecho la edad de consentimiento sigue siendo variada hoy en día.
    Lo que yo considero como base para definir algo como pedófilo, es presentar a un menor de edad que no tiene caracteres secundarios externos como un objeto sexual de un adulto.
    A lo mejor soy hipersensible al tema.

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