martes, 5 de julio de 2011

Gerard Nordmann, rescatista de la pornografía y bibliófilo

El millonario Gerard Nordmann (1930, 1992) era millonario. El millonario Garard Nordman tenía una exitosa cadena de tiendas. El millonario Gerard Nordmann era suizo de nacimiento y judío de origen (o de origen judío, no estoy muy seguro). El millonario Gerard Nordman tenía una biblioteca ¡Y qué biblioteca!

Gerard Nordmann era una persona que me hubiera gustado tener por amigo; no por ser millonario, ni por ser dueño de una cadena de tiendas ni tampoco por ser suizo; sino porque era  coleccionista de arte erótico y bibliófilo hasta la médula, erudito y generoso dueño de una colección única y envidiable y aficionado a la plática literotica.

Nordmann comenzó a coleccionar cochinadas desde los 17 años, era abiertamente aficionado a la erótica, platicaba y presumía sus hallazgos entre sus familiares y amigos, entre los cuales desafortunadamente no me encontré nunca.

El pensaba que las obras eróticas eran importantes como documentos de una etapa no estudiada del hombre, y que además eran cosas frágiles cotinuamente amenazadas por la intolerancia, es por ésto que las conservaba con cariño y las coleccionaba con locura.

Bueno, un día Gerard Nordmann se murió (cosa que no le envidio) y su hermosa viuda se quedó con toneladas y toneladas de invaluables obras que no le significaban lo que a su marido. Como se ve muy mal hacer una venta de garage con la colección erótica invaluable del marido, se hace la versión "chic" de lo mismo: lo mandas a Christie's para que lo subasten......no todo, sólo unos mil ejemplares para juntar sólo unos 7 millones de dólares.

La colección de Gerard Nordmann estaba compuesta por libros, cartas, documentos, fotografías, manuscritos y otras linduras. Entre las joyas estaba la edición más antigua de los Sonetti Lusuriossi de Pietro Aretino (que no la primera) del temprano "chincuechento"; estaba el rollo original de "Las 120 jornadas de Sodoma" del Marqués de Sade; estaba un curioso diario de Pierre Louÿs con una relación de las mujeres a las que enculó, un ejemplar de 1833 de Gamiani ou une nuit d'exces, de Alfred de Musset. Está la única colección completa de "Mi vida secreta" en 11 volumenes y el manuscrito original de Historia de O de Pauline Réage.

Tenemos obras y manuscritos de Voltaire, Bataille, Dalí, Flaubert, La Fontaine, Maupassant, Sade, Théophile Gautier, Kleist, Klossowski, Louis XV, Mandiargues, Masson,  Queneau, Stendhal, Rimbaud, Picasso, Oscar Dominguez, Man Ray y Verlaine, entre otros.

Se supone que ésta colección rivalizaba con "L'enfer" de la de la Biblioteca Nacional de París, y sobrepasaba con creces al "Private Case" de la Biblioteca Nacional de Londres.

Curiosamente, en un incomprensible acto de mojigatería, Christie's no publicó fotografías de los lotes en su sitio de subastas, como suele hacerlo; además puso una leyenda (correcta y comprensible) en el catálogo impreso que envía a sus abonados:

"Este catálogo contiene imágenes que no deben ser vistas o percibidas por menores" ... "el hecho de proponer el contenido de este catálogo a la vista de un menor está sujeto a sanciones penales"

Así, en 2006 se llevó a cabo la subasta y tan maravillosa colección fue despanzurrada (si me disculpan el uso del elegante término). De este despanzurramiento se obtuvieron algunos millones de dólares:

El Aretino se vendió por la friolera de 425 mil dólares; la biblioteca Nacional de Francia compró fotografías y manuscritos de Pierre Louÿs por unos 4,440 euros.

El rollo de "las 120" se fue a la Biblioteca Bodmeriana, no estoy seguro si como compra directa sin subasta, como donación o préstamo.

El Gamiani de 1833 se vendió por 91,200 euros, un  Souvenirs de Jeunesse, de Mijaíl Alexandrovitch von Zichy, alcanzó el precio de  168 mil euros. El álbum Romantisme, de Le Poittevin, editado en 1830 se vendió por 132 mil euros.

A "precio raza", por menos de 500 euros hubo ediciones originales de L'amour aux colonies y en 1500 euros una "Lista de todos los curas detenidos en flagrante delito con las mujeres públicas de París, a partir de documentos hallados durante la toma de la Bastilla", de 1790, con un grabado en el que aparece un comisario en el instante de arrestar a un sacerdote

Cartas de Sade, de los Borbones, de los Hasburgo; grabados eróticos.........bueno, para qué les describo, consultenlo directamente: PIQUELE AQUI

"Gérard no pretendía sólo reunir textos libertinos, sino descubrir en los textos de grandes autores -explica su viuda- el sentido mismo de la vida y del pensamiento. Y proteger el patrimonio universal más perseguido, por intolerancia o ignorancia".

Definitivamente un hombre para admirar.

Ojalá que Dios (o la deidad o fuerza cósmica de su preferencia) lo tenga en un buen persogadero.

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