sábado, 21 de agosto de 2010

Fábulas libertinas de Jean de La Fontaine

Miniatura de elementoLa Fontaine era para mí un fabulista muy inteligente,  precursor de nuestros escritores del siglo de oro español e inspiración de Samaniego. No me imaginaba que, al igual que Samaniego a Iriarte, tenía sus escritos secretos para divertimiento de sus amigos, pero a diferencia de aquellos, él sí llegó a publicarlos.

Las fábulas libertinas son cuentos en forma de versos, siento mucho que la traducción al español nos las haya dejado tan apaleadas, pero su agudo sentido del humor permanece y nos divierte aún hoy, en éste tiempo tan expuesto a la chanza y el cachondeo.

La Fontaine nos habla de los apetitos de la gente común, los apetitos de bebida, de comida y de sexo. Imita a Rabelais, se basa en el pentamerón, en Chaucer, en Poggio, en Boccacio, en Ariosto, en las nouvelles.

El ANILLO DE HANS CÁRVEL
Hans Cárvel, ya entrado en años,
Con moza joven casó,
Y al par que esposa, tomó
Alarmas y desengaños,
Cosa que siempre se vio.
Isabel -es la doncella,
De Concordato hija ducha,
Fue de raza, ardiente, bella,
Y apta a la amorosa lucha.
Hans Cárvel que, por natura,
Temía los cuernos traidores,
Alegaba a la criatura
La leyenda y la Escritura
Y los mejores autores.
Las visitas censuraba,
Maldecía de las coquetas
Y de sus miles recetas.
Y ansioso vituperaba
La que de agradar trataba.
Reíase de esto la galante,
Sin atender a razones,
No gustando de sermones
no venir de un amante.
el infeliz marido,
Mal llevado y mal traído,
Habría deseado la muerte,
Cuando a la su pena artera
-La historia es muy verdadera -.
Dio una hora de paz la suerte.
Cierta noche el de que hablo,
Después de haber bien bebido,
De Isabel roncaba al oído,
Cuando creyó que el diablo
Le ponía al dedo un anillo
Y decía: «-Veo la tortura
Que te consume y apura
Y de ello me maravillo.
Guarda ese anillo y no penes,
Pues te aseguro y prometo,
Mientras le lleves sujeto,
Que nada que temer tienes.
-Prosternarme ante ti quiero,
No hay merced que más me halague.
-Satanás! ¡Dios te lo pague!
¡Gracias, señor limosnero!»
Y en esto --- creerme podéis -,
Despertándose el marido,
Halló su dedo metido
En el sitio en que sabéis.

El BESO DEVUELTO
Paseaban Juan y Juan aporlavilla,
Y un señor que halló a Juana de su gusto,
Dijo a Juan: ¿Quién te dio esta maravilla?
Déjame que la bese, y como es justo,
Tomarás tu desquite
Cuando entre los casados yo milite.
-Acepto, dijo Juan, con mil amores,
A condición que nada el pacto tuerza.
Besóla luego el otro, y con tal fuerza,
Que Juana se volvió de mil colores.
Casó ocho días después el caballero,
Y Juan tomó el desquite con esmero.
Y así dijo: Señor, de haber sabido
Que erais tan leal y fiel a lo pactado,
En vez de haber a mi mujer besado,
Podríais muy bien con ella haber dormido.

Se trata de un entretenido libro de cuentos picantes. Para mi gusto, los españoles lograron algo más elevado, al terminar sus cuentos con picardía y sin falsos moralismos, pero definitivamente debemos reconocer que LaFontaine hizo un trabajo de investigación que por ejemplo Samaniego sólo tradujo y  copió.

Miniatura de elemento
Miniatura de elementoPerversógrafo: Sexo vaginal, infidelidad, anticlericalismo.


Fábulas libertinas
Jean de La Fontaine
EDICIONES COYOACAN
ISBN: 9706332022
119 pág.

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